Curso básico de fonética
8.0.1 Los tres parámetros
Los fenómenos prosódicos se pueden estudiar a partir tres elementos que, a su vez, se pueden observar desde tres puntos de vista.
Los puntos de vista son el articulatorio o fisiológico, el físico acústico y el perceptivo.
Intensidad
El primero de estos parámetros que se presenta aquí es, desde el punto de vista fisiológico o articulatorio, la fuerza con que el aire sale al producir sonidos lingüísticos.
Desde el punto de vista acústico, una mayor fuerza espiratoria produce una mayor amplitud en la onda. Es decir, en el oscilograma se representa una mayor elongación expresada en Pascales (Pa) lo que representa la presión sonora.
Esta amplitud se relaciona con la percepción de un mayor o menor volumen del sonido. En esta perspectiva, hablamos de decibeles (dB). Los dB son una medida de percepción de la presión sonora.
Así, hay una relación entre las partes de mayor amplitud con las zonas de mayores dB.
Una observación: En el análisis del habla, los dB conviene considerarlos en términos relativos a otros dB. Es decir, es pertinente decir, por ejemplo, que entre dos puntos de análisis hay 3 dB de diferencia; pero no es informativo decir que un determinado punto tiene 89 dB de intensidad.
En los siguientes audios, se escucha un tono de 500 Hz. El primero tiene una amplitud mayor que el segundo.
Los oscilogramas respectivos son los siguientes:
La representación del oscilograma y de la curva de intensidad en una señal que abarque una porción de ambas señales es la siguiente:
Hasta aquí, se ha mostrado una señal que corresponde a un tono simple, es decir, a una sinusoide. Lo que se ha señalado sucede también en muestras de habla real. La palabra “lago” aparece representada aquí tanto en su oscilograma como en la curva de intensidad.
Duración
La mantención durante un tiempo de una posición articulatoria produce el efecto de un sonido más largo o más breve.
Desde el punto de vista físico, se observa en un oscilograma una señal de más o de menos segundos.
El efecto perceptivo, de este parámetro es la duración considerada como larga, breve, etc.
En la siguiente imagen, se señalan todas las vocales del enunciado “espero que no se les moje la casita”, dicha por un hablante del español de Chile.
El audio correspondiente es este:
El tono
La tasa de vibración por segundo de los pliegues vocales produce una altura tonal de los sonidos sonoros. Este es el correlato fisológico.
Desde el punto de vista físico acústico en el oscilograma se observa una periodicidad en la señal cuya frecuencia constituye la frecuencia fundamental. Esta frecuencia se mide en Hz.
La dimensión perceptiva de la frecuencia fundamental es el tono. La relación entre dos frecuencias diferentes se puede expresar en semitonos (st) y esa diferencia puede establecer alturas relativas entre un sonido y otro.
No toda frecuencia produce tono
La frecuencia fundamental o f0 es un rasgo de la señal acústica; el tono, en cambio, es una realidad perceptiva; es la transformación que hace nuestro cerebro de una frecuencia y la pone en términos de ‘altura percibida’.
La reiteración de varios ciclos de una frecuencia muy baja, por ejemplo, 20 Hz no produce tono (pitch) pero sí tiene f0 (de, justamente, 20 Hz).
Una serie de pulsos con una frecuencia de 20 Hz suena así:
En tanto, una sucesión de pulsos a una frecuencia de 400 Hz, se escucha así:
La segunda de estas señales produce un tono en tanto que la primera no. En la primera podemos percibir los pulsos individualmente, en tanto que, en la segunda, lo que se percibe es una cualidad de otra naturaleza.
Una buena representación de este fenómeno se aprecia en la siguiente imagen. En tanto que en la superior podemos contar las líneas verticales, en la inferior la percepción se aproxima más a lo que podría ser una textura más compacta.
