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Curso básico de fonética

8.2.1 Naturaleza del acento

Se señaló que el acento es un relieve que funciona para contrastar en la cadena fónica una sílaba sobre el resto. En términos de representación mental, el acento es eso: un relieve.

¿Cómo se manifiesta el acento?

Tres son los elementos del habla que participan en los fenómenos prosódicos. Estos elementos tienen aspectos articulatorio, acústicos y perceptivos.

1- En primer lugar, la columna de aire con la que realizamos la fonación puede producirse con más o menos presión. En un grito, será máxima. En el susurro, mínima. Esta presión o fuerza con que producimos la fonación se refleja acústicamente en una mayor amplitud de la onda y, por lo tanto en una mayor percepción del volumen de la voz.

2- En segundo lugar, el momento articulatorio puede ser largo o breve. Podemos medir en milisegundos la duración de un sonido. Esta dimensión resulta en una categorización de largo/breve.

3- La actividad de los pliegues vocales, lo que es propiamente la fonación, produce una señal periódica cuya frecuencia fundamental se mide en Hz y permite categorizar los sonidos (en especial las vocales) como graves/agudas.

El primero de los elementos mencionados describe una sílaba como más fuerte o más débil que otra. En muchos textos se señala que el acento en español es un acento dinámico, es decir, de intensidad. A menudo se dice que el acento está “donde se carga la voz”. Si bien la sílaba tónica suele ser más fuerte que las átonas, esto no siempre es así porque la intensidad es un rasgo complementario pero no fundamental para la percepción del acento.

El segundo de estos elementos se se refiere a la duración. Normalmente la sílaba tónica es más larga que las átonas pero esto tampoco es definitorio.

El tercer elemento, el tono, sí es el elemento clave para la percepción del acento léxico. Es decir, la sílaba tónica es más alta que las sílabas átonas. Puede o no ser más intensa y/o más larga.